martes, 18 de octubre de 2011

Justin Bieber: Tras Los Pasos De Michael


No importa lo que Justin Bieber haga en el escenario. Sus fans lo van a amar igual. Alcanza con una canción de amor y un gesto compungido en su cara angelical para que las chicas enloquezcan. Y él responde. Habla con su público, dice frases dulces -ésas que a todas les gusta escuchar-, agradece. Conoce lo que genera y le gusta hacer crecer el efecto. “Hay chicas lindas en Buenos Aires”, dice. Se toca el pelo, mira al público y sabe que no necesita nada más para generar conmoción.
En un show que duró alrededor de una hora cuarenta, Bieber interpretó sus temas, presentó uno nuevo y bailó mucho. Por momentos, tanto que sorprendió que pudiera al mismo tiempo cantar tan bien. Y dejó la sospecha: ¿lo ayudará alguna pista pregrabada? Un coro lo respaldó todo el tiempo, al igual que un ballet, un DJ y sólo tres músicos.
Love me , el tema que toma partes de Lovefool , de The Cardigans, fue el elegido para empezar. Un Justin vestido de rojo parecía chiquito en el escenario. Corazones y pulseras flúo se vieron en todo el estadio. El recital se puso romántico cuando el cantante tomó la guitarra para hacer Never Let You Go . Las contorsiones y las caras de dolor causaron locura.
“Me pregunto dónde están las chicas solteras”, dijo, para arrancar con One Less Lonely Girl. Una fan apareció en el escenario. Sentada en el medio, recibió un ramo de flores de parte de su ídolo y aguantó, sin tirársele encima, que él le acariciara la cara y amagara con besarla. Emocionada, lo tocó hasta que las luces se apagaron y el sueño terminó. Imágenes de un Justin que rondaba los tres años y tocaba la batería se vieron en una pantalla. Siguieron escenas de él patinando, tirándose a una pileta, y ya más grande, grabando. “Quiero estar en TV”, dijo el pequeño Justin al final. Una coreografía al estilo Michael Jackson, con los clásicos pasos del rey del pop, y hasta el toque a la gorra y la mirada hacia abajo característicos, acompañaron el siguiente tema, Somebody To Love . Al terminarlo, hizo un corazón con las manos para las fans.
“Argentina es muy especial”, dijo. Llamó al público a vivir sus sueños y cantó Never Say Never . El coro se lució con covers de Pittbull, Katie Perry y Adele, y luego volvió el Justin romántico con That Should Be Me . Jackson siguió presente cuando el candiense hizo el baile clásico de los pasos hacia atrás. Luego presentó a los músicos y se animó a tocar la consola del DJ y a sentarse en la batería y hacer un solo que sorprendió. Con Down To Earth , en el que también tocó el piano, se despidió.
Volvió a salir para decir, en castellano, “Te amo con todo mi corazón, Argentina”, y preguntar qué canción querían escuchar. La respuesta era Baby.
Pero se hizo desear. Después de mostrar una bandera argentina, cantó I´ll Be y presentóMistletoe . “Who wants to be my baby?”, preguntó, antes de hacer su hit. Para cerrar, se quedó en musculosa, corrió por el escenario y a las 22:15 se despidió. Una imagen en la pantalla recordó a las fans la cara que hasta hacía poco tenían frente a ellas.

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